Era un niño y mis padres canturreaban en el coche "Y tiene que llover, tiene que llover, tiene que llover a cántaros". Ya de más mayor me contaban que en los años 70 fueron a un concierto de Pablo Guerrero (y otros cantautores) y al salir se encontraron con decenas de "grises" a caballo con ganas de repartir palos. 
Con veintiún años tuve la suerte de entrevistarle por primera vez. Repetimos entrevista en numerosísimas ocasiones. Con Ismael Serrano. Con Javier Álvarez
Con Moncho Otero, Rafa Mora y Lucini. Me invitaron a presentar un precioso homenaje que se le hizo en la Sala Galileo Galilei hace unos años. Y un día llamaron a la puerta de Radio SOL y al abrir la puerta me lo encontré con un precioso libro infantil que quería regalarle a mi hija Alejandra (que acababa de nacer).
¿Por qué cuento todo esto? Porque a Pablo Guerrero no solo le admiro y le sigo desde que era pequeñito, sino que le tengo un cariño enorme. Y para mi, cada disco que saca es un auténtico acontecimiento. Su nuevo "trabajo" se llama Catorce ríos pequeños. Y si queréis emocionaros, evadiros, relajaros... entonces lo tenéis que escuchar.
De momento aquí os dejo la charla que tuve el otro día con él.
0 Comentarios