MADRID, MADRID, MADRID...

La Gran Vía de Madrid cada día me sorprende más. Hace un par de semanas alguien (algunos) pegaron este mural muy cerquita de la sede del diario 20 minutos en Callao/Gran Vía. Todo el que pasa, mira con asombro las extrañas criaturas del muro...De acuerdo, caminar por la Gran Vía agobia... tienes que esquivar a la gente, parar en los pasos de peatones, escuchar los pitidos de los coches... pero a un servidor le sobra con mirar hacia arriba para reencontrarse con La Tranquilidad. ¿Una monja dentro de un escaparate? Pues si. Pero tiene truco, ¿eh? La tienda era de artículos religiosos. Eso sí, la imagen es fascinante, ¡no? Por cierto, salieron dos monjitas del brazo de una señora y las tres andaban a la vez. Es decir, se pusieron de acuerdo para subir la pierna izquierda, luego la derecha, luego la izquierda y así sucesivamente.
De la Calle Mayor a la Plaza Mayor un mendigo vendía ceniceros hechos de latas de cerveza y refrescos...A veces no sé si Madrid es gris, o de colores... Bendita puerta verde, me encantó...
En esta ciudad, a veces, te miran con aires de superioridad, sobre todo los gigantes...

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